¿Quién debe pagar por adaptación de Bogotá al cambio climático?
Del 2011 al 2012 se presentó el mayor índice histórico de aumento de temperatura, que subió a 3,3 grados Fahrenheit, en comparación con la del siglo XX. Se estima que entre los años 2020 al 2080 la temperatura aumentará 8 grados.
Cifras como estas se desprendieron del conversatorio ‘Midiendo el cambio climático’, en el marco de la semana por la Justicia Ambiental, organizada por la Alcaldía de Bogotá.
En Suramérica, 77 ciudades costeras sufrirán los efectos del cambio climático. Según el experto Clemen Larrve, la adaptación al mismo costará entre 70 y 100 billones de dólares en el año 2.050. La financiación estimada que tendrían que hacer los países subdesarrollados sería de 24 billones de dólares. De ese dinero, el 50 por ciento sería para la mitigación y el otro 50 por ciento se implementaría para adaptación.
Bogotá en la mira
Durante el encuentro se develaron las afectaciones que podrá sufrir Bogotá por los cambios ambientales. Según Manuel José Amaya, coordinador del Observatorio Ambiental de la Secretaría de Ambiente, uno de ellos será el incremento de precipitaciones y otro, la reducción del agua, especialmente en la localidad de Chapinero.
La temperatura también variará. Las localidades más vulnerables al cambio climático son las del occidente de Bogotá, donde se presume que podrán presentarse inundaciones, sobre todo, las que se encuentran afectadas por el río Bogotá.
Por situaciones como esta, dijo Amaya, es tan importante el evento de mañana en el que se entregará la Carta de Bogotá. Según Susana Muhamad, secretaria de Ambiente, habrá una discusión entre movimientos sociales, gobiernos locales y agencias internacionales para definir y aportar a la Carta de Bogotá un manifiesto alrededor de diez puntos que se quieren posicionar en París para generar una acción global que permita frenar las catástrofes que pueda generar el cambio climático.
“Hay un debate respecto de dónde debe venir la financiación para la adaptación y mitigación del cambio climático. ¿Debe venir del sector público, de los ciudadanos, o de quienes causan el problema que es el capitalismo mundial?”.
En ese sentido, el gobierno distrital propone una tasa que se cobre a los flujos financieros a nivel global para generar un fondo público que coordine las Naciones Unidas con el fin de pagar lo costoso que es la adaptación en los territorios del mundo.
Según Muhamad, Bogotá es un territorio muy vulnerable por encontrarse a más de 2.600 metros de altura. “La ciudad depende hoy para su abastecimiento de agua de la cuenca del Orinoco, por lo que se debe plantear un debate serio sobre el futuro en 2050. Vamos a crecer a 20 millones de habitantes entre Bogotá y Cundinamarca, ¿extenderemos las redes de agua o habrá una política de poblamiento de los sectores donde habrá menos agua?
Temas como este se incluirán en la Carta de Bogotá, además de los derechos de la madre tierra, el buen vivir y el cambio de las economías que dependan del petróleo.