Cambio climático
Recientemente se ha celebrado la Cumbre sobre el Clima en Marrakechensombrecida por la victoria de Trump en las elecciones en EE UU. Trump niega el cambio climático, como el primo de Rajoy. Obama apoyó la Cumbre de París, pero sus objetivos y los programas aún no están 100% comprometidos. Aunque EE UU dé pasos atrás, es necesario que el resto de países sigan adelante con convicción en los objetivos y Europa debería liderarlo.
El efecto principal del calentamiento global es que el agua dulce se evapora más rápido y se convierte en un bien más escaso. Por esta razón, hace un año en la Universidad de Alcalá organizamos el Foro de Economía del Agua, que tengo el honor de dirigir y ayer celebramos su tercera edición.
Participó Gro Harlem, ex primera ministra de Noruega y enviada especial de la ONU para Naciones Unidas, que desarrolló el concepto de sostenibilidad. Nos dijo que con crecimiento cero no hay sociedad sostenible y el debate debe ser sobre el tipo de crecimiento. Así nació el concepto de desarrollo sostenible.
España registra un fuerte aumento de la población turística en verano y en zonas costeras sometidas a estrés hídrico. La sequía afecta ya a buena parte del levante español. Cuando vemos que Las Tablas de Daimiel empiezan a secarse el problema no es que no vayamos a ver grullas.
El problema es que en Huelva y el Algarve no habrá agua suficiente el próximo verano. Si los turistas sufren cortes de agua estamos poniendo en riesgo la marca España, los precios de los hoteles serán bajos, habrá menos empleo y con salarios precarios. Muchas industrias también se verían afectadas. La prioridad es bajar la tasa de paro, sobre todo el juvenil y de larga duración, y mejorar los salarios y la desigualdad.
Nuestra intención en el Foro es advertir que el agua es uno de los principales riesgos económicos, como reconoce el World Economic Forum. Para ello es deseable una buena regulación, un buen regulador y un diseño de incentivos que permita una gestión eficiente para mantener el acceso universal.
California, tras varios años de sequía, es un caso del que debemos aprender para evitar sus errores en España. El debate sobre la remunicipalización es absurdo. El agua en España es pública y su gestión siempre ha sido municipal. Con Trump volverá el discurso falaz que lo privado es siempre mejor que lo público. Y los neocomunistas son igual de falaces diciendo que lo público siempre es mejor que lo privado.
Como nos enseñó ayer Aziza Akhmouch, responsable de agua de la OCDE, hagamos una buena regulación, con un buen diseño de incentivos, para que los operadores públicos, privados o mixtos puedan acometer las inversiones con nuevas tecnologías necesarias para que el agua no sea una limitación para el desarrollo económico, la creación de empleo y mejorar la vida de los españoles y que sea sostenible en un entorno de cambio climático.
Esa es la convicción y el modelo de desarrollo en el que creemos los socialdemócratas que representa Gro Harlem. Yes we can.
http://economia.elpais.com/economia/2016/11/24/actualidad/1480020465_519182.html