El cambio climático y los viajes, aliados de la propagación del dengue
rios factores se habrían combinado para que el virus del dengue adelante casi tres meses su habitual período de circulación. Lo que las autoridades sanitarias esperaban recién para las próximas semanas, sorprendió con un brote epidémico con sus primeros casos en noviembre pasado.
La «tropicalización» del clima, las inundaciones, la gran cantidad de casos en zonas endémicas vecinas como Brasil y Paraguay, y el intercambio turístico con esos países ayudarían a comprender este adelanto de una enfermedad que típicamente suma casos en los meses de febrero y marzo. De hecho, el brote epidémico comenzó con casos «importados», es decir, personas que habían viajado a los países limítrofes con alta circulación viral.
Sólo este verano, de acuerdo con las estimaciones del ente de turismo de Brasil, visitarán ese país unos 2,5 millones de turistas argentinos. Un 20% más que en las vacaciones pasadas. La mitad optará por las playas de Florianópolis, una localidad de las regiones más infestadas con el mosquito transmisor del virus, de acuerdo con el método LIRAa (Levantamiento de Indices Rápidos de Aedes aegypti). El último boletín epidemiológico que emitió el Ministerio de Salud Pública de Brasil indica que el sudeste y el sur de Brasil acumuló el año pasado 1.082.413 de los 1.649.008 casos registrados.
«Una vez que comienza, la circulación del virus es una bola de nieve y progresiva. Lamentablemente, no se puede parar porque las condiciones están dadas con el calor, la acumulación de agua y la presencia de mosquitos», explicó ayer el director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud, Jorge San Juan.
El funcionario, que es especialista en infectología, ya había atribuido anteayer este adelanto de la circulación del virus que transmite el mosquito Aedes aegypti «posiblemente por el fenómeno de El Niño». Puso como ejemplo el cambio en las temperaturas en Buenos Aires: «Ya tenemos un clima tropical, no baja la temperatura de 20 grados todas las noches y esto hace que el virus se reproduzca», precisó.
San Juan viajará hoy a Misiones para reunirse con las autoridades locales y de Formosa, que son las dos provincias más afectadas por el dengue. Misiones declaró anteayer la emergencia epidemiológica con 862 casos sospechosos y 35 confirmados.
Por ahora, según informaron ayer desde el Ministerio de Salud de la Nación, el virus que está circulando es DEN1, que es el mismo serotipo que estuvo el año pasado. Esto significa, para las autoridades, que no deberían haber casos de gravedad ni muertes por la infección. Ayer, se informó que en Corrientes un primer análisis de un paciente dio positivo para el serotipo DEN2.
«Este año [el fenómeno de] El Niño nos está golpeando con fuerza», comentó Emilio Renda, secretario de Protección Civil y Abordaje Integral de Emergencias y Catástrofes, del Ministerio de Seguridad de la Nación. Integra el comité federal que está trabajando en las regiones del país que aún están inundadas. El dengue es una de las amenazas para la salud que pueden aparecer después de una inundación.
«Aún hay 29.000 personas afectadas, entre evacuados, autoevacuados y afectados en Chaco, Corrientes, Entre Ríos y Santa Fe por las inundaciones. Estamos en una etapa de amesetamiento de la crecida del río Paraná, que continúa hasta la altura de Rosario. Seguirá así hasta los primeros días de febrero, que se esperan más lluvias», indicó ayer a LA NACION.
En tanto, en Misiones son más los adultos que los chicos afectados. «Este año, los primeros casos se adelantaron mucho. Siempre, los casos aparecían en febrero y marzo», comentó a LA NACION por vía telefónica Mónica Sprang, titular de la filial Misiones de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP). Explicó que la zona con más casos es Iguazú, por su proximidad con Foz de Iguazú (Brasil). «Pero, ahora, tenemos casos en casi toda la provincia. Están más distribuidos que otros años», dijo la pediatra.
Las recomendaciones para los chicos son las mismas que para el resto de la población. Eso incluye el uso de algún repelente (conviene consultarle al pediatra cuál utilizar en los más chiquitos) y descacharrizar los patios, los jardines y los fondos de las casas, sin perder de vista aquellos lugares donde puede acumularse agua limpia. El mosquito vector prefiere esos reservorios para sus larvas.
Las embarazadas son uno de los grupos a los que se les recomienda extremar los cuidados. «Las constantes lluvias, el aumento de la humedad y las migraciones turísticas de este momento del año incrementan el riesgo de infección por dengue. Por precaución, las embarazadas deberían evitar viajar a los lugares donde la enfermedad es prevalente y el contacto con las personas afectadas», señaló Sergio Pasqualini, presidente de la Fundación Repro.
Comentó que el dengue en el embarazo en cualquier trimestre aumenta las contracciones, «por lo tanto, puede aumentar el riesgo de parto prematuro y aborto», agregó el médico, que aclaró que «aunque es poco común», la enfermedad se puede transmitir al bebe. «El dengue no se contagia por la leche materna», recordó Pasqualini.
Un virus que transmite el Aedes aegypti
El dengue es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. El proceso de transmisión es el siguiente: cuando el insecto se alimenta de la sangre de una persona infectada por el virus del dengue y luego pica a otras, les transmite la enfermedad.
El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados. No se contagia de una persona a otra, por objetos o la leche materna. Aunque es poco común, las mujeres embarazadas pueden contagiar a sus bebes durante el embarazo.
La enfermedad reviste gravedad cuando se producen hemorragias.
Ante la presencia de síntomas como fiebre (sin resfrío), dolor detrás de los ojos, muscular o de articulaciones; náuseas o vómitos; cansancio o malestar general y sarpullido, el Ministerio de Salud de la Nación recomienda consultar rápidamente al médico y no automedicarse
Cómo prevenir la transmisión
El objetivo es eliminar los lugares donde pueda crecer el mosquito
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