El impacto económico del cambio climático ya tiene números
Ayer culminó en Lima, Perú, la cumbre mundial sobre el cambio climático. Hemos abordado el problema en repetidas ocasiones desde estas páginas, a partir de un fenómeno que es percibido como muchos como una cosa casual o temporal -las crisis hídricas, la falta de nevadas, la sequía- pero que, de acuerdo a las voces de la ciencia, no debe ser pensado livianamente como coyuntural.
En la cumbre se habló mucho sobre los problemas de los glaciares y su extinción o retroceso. Ese es precisamente uno de los problemas del Atuel: más allá de las nieves, los glaciares que lo nutren han retrocedido y en algunos casos casi desaparecido en el término de un siglo. Fotografías de 1908 exhibidas hace escaso tiempo en San Rafael, en comparación con las actuales, marcaron claramente el panorama.
Pero hay un punto de vista que se ha puesto de manifiesto en la cumbre, y debe tomarse también como base para futuras acciones y toma de conciencia. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó en Lima un estudio que señala que el costo económico del cambio climático será de entre 1,5 y 5 por ciento del producto interno bruto (PIB) actual de la región.
«Si llegamos a los 2,5 grados Celsius de aumento de temperatura, el impacto económico será, en promedio, de 3 por ciento del PIB en América Latina y el Caribe», sostuvo la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, durante una conferencia de prensa en el marco de la Cumbre Climática COP20. Según el estudio, realizado en conjunto con el gobierno del Perú, país sede de la cumbre, y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la agricultura será la actividad más afectada económicamente en la región con el cambio climático.
Además, los costos de adaptación al cambio se calculan en cifras cercanas 0,5 por ciento del PIB actual de América Latina y el Caribe, concentrados en la protección de las zonas costeras, la actividad agrícola y el sector hídrico. Ponerlo en números, en un peso monetario, es la única forma de explicar la inversión futura por la crisis climática.
En América del Sur la temperatura ha aumentado entre 0,7 y un grado centígrados desde mediados de los años 70, a excepción de la zona costera de Chile, que experimentó una reducción de un grado. El año 2014 podría concluir con la temperatura más alta jamás registrada, una clara evidencia del cambio climático que causó lluvias torrenciales, inundaciones y sequías en el mundo los últimos meses, anunció la agencia meteorológica de la ONU.
Uno de los expertos anunció que «Específicamente en Argentina, en la región de Mendoza, el cambio climático se va a ver reflejado en la disponibilidad del recurso hídrico. El derretimiento de nieve es un primer punto, el siguiente punto es de algún modo el retroceso de glaciares que se traduce en una menor disponibilidad del recurso», y cerró expresando que «lo importante es entender qué está pasando ahora, y en base a ello actuar, no esperar a que exista el problema casi sin solución para empezar a actuar, la clave es precisamente empezar ahora».