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La Encíclica Laudato Si y el cambio climático en la prensa

La Encíclica Laudato Si Y El Cambio Climático En La Prensa

El investigador Rogelio Fernández-Reyesi presenta un artículo divulgativo que aborda el resultado de dos artículos de investigación que estudian la Encíclica Laudato Si en El País y en El Mundoii, y en La Razón y el suplemento L´Osservatore Romanoiii.
Max Weber argumentó que la religión ha sido uno de los elementos influyentes en el desarrollo de las culturas occidental y oriental. En 2012, el 84 % de la población mundial profesaba una religióniv. Los seguidores de las tres tradiciones principales -cristianismo (2.200 millones de creyentes, 32 % de la población mundial), islamismo (1.600 millones, 23%) e hinduismo (1.000 millones, 15 %)- constituían alrededor de dos tercios de la población global actual. Es previsible que las religiones sigan teniendo una importante influencia en la construcción de la identidad de los sujetos y las sociedades. Desde sus enseñanzas, cosmovisiones, tradiciones y rituales pueden acentuar el desequilibrio en la biosfera o favorecer un cuidado determinante de la Tierra, resultando complementarios a los argumentos que se plantean desde los ámbitos sociales, económicos, políticos y científicos.
En las dos últimas décadas se ha producido un aumento de la implicación de las tradiciones religiosas y espirituales en cuestiones relacionadas con la ecología (Gardner, 2014: 79-80). El Worldwacht Institute, en su informe anual La situación del mundo 2010. Cambio cultural, destacaba el papel de las religiones y apelaba a los rituales como guardianes ecológicos. La Carta de la Tierra, igualmente, a pesar de ser un documento civil internacional, valoraba la importancia de la dimensión espiritual de la vida y emplazaba a que las religiones ofrecieran un liderazgo creativo. Se tiene en cuenta, cada vez más, a las religiones en la lucha contra la crisis ecológica (Suárez, 2014: 53 y 54).
El cambio climático, el desafío
La ONU ha alertado de cambios “sin precedentes” en la Tierra, dentro de los cuales el cambio climático se está erigiendo en uno de los mayores retos de la especie humana. La ciencia tiene unas conclusiones nítidas (IPCC, 2014): el calentamiento del sistema climático es claro, inequívoco, ha generado ya impactos en todos los continentes y océanos, y hará falta mitigar y adaptarse para evitar impactos climáticos dañinos.
El desfase de las señales del impacto de parte de la humanidad, los efectos de la inercia física y la inexperiencia del ser humano ante las extralimitaciones globales suponen un impacto inevitable. Ya se han atravesado y se están atravesando puntos de no retorno. Las señales de alarma del avance del cambio climático han aumentado y ha subido el tono en las declaraciones científicas, políticas, económicas y ciudadanas. En un comunicado de prensa del IPCC se concluía que “la contención del cambio climático pasa por un giro copernicano a nivel tecnológico, institucional y humano de inicio inmediato, implicación global y sustanciosas inversiones”. El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon lo calificó como “un desafío existencial para toda la raza humana”. Obama reconocía que “el cambio climático es la mayor amenaza para nuestro futuro”, Hollande afirmaba “estamos ante el abismo, hay que reaccionar” y el ex presidente Mujica expresaba que “nunca una causa fue tan común a la historia del hombre y del porvenir”.
Las reacciones también se han producido en el ámbito religioso. El Papa Francisco expresaba que el cambio climático representa “uno de los principales desafíos actuales para la humanidad” (Laudato Si: 22 y 23). El Dalai Lama apoyó la encíclica del Papa instando a los líderes religiosos a “involucrarse en los asuntos de actualidad que afectan al futuro de la humanidad”v. La Declaración Islámica sobre el Clima, firmada en Estambul, hizo un llamamiento a los 1.600 millones de musulmanes de todo el mundo a “jugar un papel activo en el combate contra el cambio climático”vi.
La encíclica Laudato Si
Por primera vez en la historia una encíclica situaba los retos ambientales, ligados a la pobreza, en el centro del texto, dirigiéndose “a cada persona que habita en este planeta” con la intención de “entrar en diálogo con todos acerca de nuestra casa común” (LS: 4). La encíclica Laudato Si fue publicada por el Papa Francisco en junio de 2015, cinco meses y medio antes de la Cumbre de Parísvii. En los párrafos iniciales se recordaba a la encíclica del Papa Juan XXIII Pacem in terris como una reacción ante un mundo que “estaba vacilando al filo de una crisis nuclear”. Ahora, el Papa reacciona “frente al deterioro ambiental global” (LS: 4).
La Cumbre de París (COP21), celebrada entre el 30 de noviembre y 11 de diciembre de 2015, contó, de manera inaudita, con la presencia de 150 jefes de Estado. En su primer día aparecían unas declaraciones del Papa acentuando la importancia de los acuerdos: “El calentamiento global pone al mundo al borde del suicidio”viii, “la comunidad internacional reunida en la cumbre de París debe lograr un acuerdo ahora o nunca”ix. El 4 de diciembre, en la edición del suplemento L´Osservatore Romano en La Razón aparecía, bajo el titular “Cambio de rumbo”, un discurso del Papa con el subtítulo: “Sería catastrófico que en la cumbre de París los intereses particulares prevalezcan sobre el bien común”. El Papa participó de manera activa, en la sombra, en las negociaciones del Acuerdo de París.
Las universidades de Yale y George Mason (Maibach et al, 2015) investigaron si las enseñanzas del Papa tuvieron una influencia en los estadounidenses. Estudiaron las creencias, actitudes, percepción del riesgo, comportamientos y la preferencia de políticas. El informe concluyó que entre la primavera y el otoño de 2015 los estadounidenses, especialmente los católicos, se volvieron modestamente más comprometidos y preocupados por el calentamiento global. Los resultados de la encuesta sugirieron que las enseñanzas del Papa sobre el calentamiento global influyeron en el diálogo del tema y contribuyó a una mayor participación pública en el mismo, lo que se denominó The Francis Effect.
La encíclica con mayor éxito
Varios elementos justifican el interés del estudio del tratamiento mediático de la encíclica: la importancia del Papa como líder religioso, el número de la ciudadanía católica en España y el hecho de que supuso un pico en la cobertura mediáticax, cuestión normalmente reservada a las Cumbres internacionales y al ámbito político. Como es sabido, los medios de comunicación suponen un elemento esencial en la construcción social de la realidad. El análisis de los dos diarios de mayor difusión, El País y El Mundo, por un lado, y La Razón y el suplemento semanal en lengua española de L´Osservatore Romano, periódico editado por el Vaticano, nos permitió aproximarnos, someramente, a cómo se elaboró la representación social de la publicación del Papa Francisco. De los resultados destacamos tres elementos: la valoración en los medios fue eminentemente positiva, la influencia atribuida fue alta y la propuesta de “ecología integral” fue identificada mayormente como “verde” en los diarios de mayor difusión.
La apreciación de la encíclica fue bastante positiva. Tuvo una buena acogida por los diarios analizados, tanto cuantitativa como cualitativamente. El País, el diario con mayor difusión en España, le dedicó una portada y un editorial los días 18 y 20 de junio de 2015, respectivamentexi. Se trata de lugares reservados para asuntos de especial interés. La encíclica también apareció mencionada en la portada de L´Osservatore Romano el 30 de diciembre de 2015 (publicado el 3 de enero en La Razón). No encontramos portadas ni editoriales en La Razón y en El Mundo en el periodo analizado.
Todas las referencias existentes sobre el influjo de la encíclica aludieron a que la influencia era grande. El término “Papa” fue el más utilizado en los titulares, lo que muestra que el interés informativo lo catalizó la figura institucional del Obispo de Roma. El Papa Francisco, además de influir en los cristianos católicos, fue visto como un líder moral mundial que se posicionó apremiando la importancia del abordaje del cambio climático.
La edición del Vaticano se diferencia de La Razón en que la primera es una publicación corporativa institucional religiosa y el segundo un diario generalista. Esto conlleva que en L O´sservatore preste más atención a unos temas que a otros y tenga una línea editorial particular. En este sentido La Razón aborda más la política, en este caso desde una perspectiva conservadora. ¿Es compatible la línea del Vaticano con la de este periódico conservador?xii Similar debate surgió en torno a 13 TV, por su tratamiento escorado hacia la derecha política.
El texto de la encíclica se presentó como “ecología integral” y así prevaleció en L´Osservatore Romano y La Razón. De esta manera, apareció desligada de cualquier ideología de referencia, e incluso el Papa, receloso de la connotación del término ideología, se pronunció sobre los que consideraron que era una encíclica verde: “Laudato Si no es una encíclica verde, es una encíclica social”xiii. Sin embargo, la vinculación con lo “verde” prevaleció en las alusiones existentes de El País y El Mundo.
La encíclica recibió alabanzas desde numerosos ámbitosxiv, así como críticas: desde sectores conservadores y liberales por su concepción de la propiedad privada, el libre mercadoxv o por reconocer el cambio climáticoxvi; desde sectores progresistas y ecologistas le reprocharon las posiciones en torno al género, al aborto y a la demografíaxvii. Pero a pesar de contar con críticos y con contrarios, dentro y fuera de la Iglesia, la figura de Bergoglio fue reconocida como un líder moral. Año y medio después, The Guardian, en un editorial, definía al Papa como “un elocuente defensor de los derechos humanos, el medio ambiente y la paz”xviii. Y sorprende el porcentaje de los españoles que aprueban sus reformas: un 84 %xix.
Si centramos la mirada en los que consideramos principales motores del cambio climático (crecimiento demográfico, modelo energético, y modelo de producción y consumo) se observa que la encíclica y la prensa no aludieron al tema del crecimiento demográficoxx. Es subrayable, por otro lado, la importancia histórica de que el Obispo de Roma haya apoyado la necesidad de una transición energética (LS: 128), y haya criticado el modelo de producción y consumo (LS: 24). Y la prensa sí se ha hecho eco de ello, aunque de manera modesta.
Otras afirmaciones de la encíclica que se encuentran en línea con los principios constituyentes del paradigma ecológico fueron: aboga por una alianza entre la humanidad y el ambiente (LS: 159), defiende el principio precautorio (LS: 143), habla del principio de subordinación de la propiedad privada al destino universal de los bienes (LS: 73), apuesta por la sobriedad (LS: 168), efectúa una mención al decrecimiento (LS: 148), a detener la marcha e incluso volver atrás antes que sea tarde (LS: 147), critica el sometimiento de la política ante la tecnología y las finanzas (LS: 43), alude al rebasamiento de límites (LS: 25), a la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta (LS: 83), a un mundo limitado y finito (LS: 45), al reto ambiental-pobreza como causa común y prioritaria (LS: 39), o alerta del riesgo de especulación de los bonos de carbono (LS: 132). Todo ello en el marco de una percepción holística aludiendo a un “cambio radical” (LS: 4 y 132) y una “valiente revolución cultural” (LS: 90).
En resumen, la encíclica Laudato Si, publicada por el Papa Francisco, supuso un aldabonazo en la apuesta por la sostenibilidad. Su propuesta de cuidado de la casa común vinculado a la pobreza fue una referencia ética, efectuando una clara llamada a la acción. Y así lo ha reconocido la prensa. Se trata de un texto excepcional y de referencia desde el punto de vista del paradigma ecológico. Hará falta tiempo para apreciar qué valor se le otorga. Y los medios de comunicación serán testigos y partícipes de ello.
i Doctor en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad Pablo de Olavide. Miembro del Grupo de Investigación GREHCCO/LADECOM (Universidad de Sevilla) y MDCS (Universidad Complutense de Madrid)

ii http://www.seer.ufrgs.br/index.php/intexto/article/view/63245
iii https://idus.us.es/xmlui/handle/11441/50730
iv “84 Percent of the World Population Has Faith; a Third Are Christian” The Washington Times, 23 Dec. 2012, en http://www.washingtontimes.com/blog/watercooler/2012/dec/23/84-percent-world-population-has-faith-third-are-ch/
v http://www.elmundo.es/ciencia/2015/06/29/55906e5fe2704e945e8b4578.html
vi http://www.lavanguardia.com/natural/20150819/54435896250/lideres-islamicos-llaman-a-todo-el-mundo-a-luchar-contra-el-cambio-climatico.html
vii Hay periodistas que lo vinculan directamente al cambio climático y a dicha Cumbre. Ver las informaciones del periodista Darío Menor desde la Ciudad del Vaticano en La Razón: “El Papa apela a la responsabilidad con el medio ambiente”, (15/06/15) y “El Papa pide cambiar de vida para no maltratar a la Tierra”, (19/06/15)
viii http://www.clarin.com/mundo/Papa-cumbre-clima_0_1477052751.html
ix http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/11/30/mundo-201cal-borde-del-suicidio201d-por-calentamiento-global-papa-2214.html
x Ver en http://sciencepolicy.colorado.edu/icecaps/research/media_coverage/spain/index.html
xi La revista cuatrimestral El Ecologista también le dedicó su editorial en el nº 86, otoño 2015
xii A modo de ejemplo, leer la crítica que considera una contradicción la publicación de las páginas de L´Osservatore Romano en La Razón. Ver en http://www.catalunyareligio.cat/es/node/175606
xiii “Cumbre en la Santa Sede”, por Silvina Pérez, L´Osservatore Romano p. 7, en La Razón 26 de julio de 2016
xiv Desde el activismo ecologista hubo una valoración especialmente positiva de buena parte de la encíclica. “El Papa tiene un liderazgo que no veo en los políticos” exponía la activista Naomi Klein. En el editorial de El Ecologista (nº 86, otoño 2015) se valoraron propuestas del Papa: “nunca se había mandado un mensaje tan rotundo y claro con un contenido tan inequívocamente ecologista y social (…) en no pocos casos, en la encíclica se reflejan planteamientos más avanzados que los defendidos desde algunas posiciones ambientalistas”
xv A modo de ejemplo, leer la crítica por su mirada sobre el libre mercado en http://www.lanacion.com.ar/1815075-laudato-si-bienintencionada-pero-economicamente-cuestionable
xvi A modo de ejemplo, leer la crítica por reconocer el cambio climático en el artículo publicado por Guy Sorman en el diario conservador ABC “Un Papa rojo y verde”, disponible en http://paralalibertad.org/un-papa-rojo-y-verde/
xvii En el editorial anteriormente mencionado de El Ecologista
xviii https://www.theguardian.com/commentisfree/2017/jan/01/the-guardian-view-on-pope-francis-championing-humanity
xix http://www.periodistadigital.com/religion/vaticano/2017/01/02/religion-iglesia-vaticano-mundo-el-papa-francisco-un-campeon-de-la-humanidad-84-de-los-espanoles-tiene-una-vision-favorable-del-pontifice.shtml
xx En la encíclica, la única vez que aparecen los términos “crecimiento demográfico” lo hace de manera indirecta, lo cual es una laguna que hubiera sido enriquecedor abordar como motor del cambio climático.

Rogelio Fernández Reyes es Periodista Ambiental
Miembro del Grupo de Investigación MDCS, Universidad Complutense de Madrid / y del Grupo de Investigación GREHCCO, Universidad de Sevilla

http://www.efeverde.com/opinion/la-enciclica-laudato-cambio-climatico-la-prensa-rogelio-fernandez-reyes/

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