¿Puede el sector de la edificación ayudar a mitigar el cambio climático?
En el marco del Congreso Mundial de Edificación Sostenible, el World SB14, celebrado esta semana en Barcelona, tuvo lugar un encuentro de expertos para analizar si el sector de la edificación puede ayudar a mitigar el cambio climático e intercambiar conocimientos para diseñar las estrategias y pautas para hacer frente a los efectos del mismo. Una sesión con variados puntos de vista en la que participaron Nuria Pedrals, presidenta de la Agrupación Arquitectura y Sostenibilidad (AuS); Fabián López, fundador de la asesoría de sostenibilidad para la edificación Societat Orgànica; Salvador Samitier, director de la Oficina Catalana del Cambio Climático y Iván Muñíz, profesor de economía aplicada en la Universidad Autónoma de Barcelona.
El director de la Oficina Catalana del Cambio Climático, Salvador Samitier, empezó su intervención hablando de lo que ha sucedido en la última década en materia de reducción de emisiones, citando el 5º informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). “Lo estamos haciendo peor y el incremento mundial de gases de efecto invernadero es mayor. En ritmo de crecimiento, si antes crecíamos un 1,3% anual, en esta década llegamos a un 2,2% al año”. Samitier lo atribuye al crecimiento de la economía y, sobre todo, el de los países emergentes, con el que se han incrementado notablemente dichas emisiones. Sin embargo, también destaca que “hemos ido para atrás en dos cosas: en intensidad energética, volvemos a necesitar más energía por unidad de PIB, y en descarbonización, hemos vuelto a utilizar más combustibles fósiles”. A esto añadió que la UE parece que está aportando en eficiencia energética, pero con dificultad, “el objetivo fijado para 2020 parece que se vaya a conseguir”.
Por otro lado, Samitier destacó también el papel de la Oficina de Cambio Climático que, con el conocimiento acerca de los principales actores que contribuyen al cambio climático, ha establecido una serie de objetivos de mitigación y acciones para los próximos años, especialmente en el sector de la construcción. Habló de la nueva norma sobre cambio climático que entrará en vigor durante los próximos meses, de aplicación en Cataluña. Ésta estabrecerá las bases para la construcción de una economía baja en emisiones de carbono, con la reducción de gases de efecto invernadero un 25 % para 2020 y un 80 % para 2050, junto a aspectos de «fiscalidad verde».
¿Qué papel tienen las ciudades?
El crecimiento descontrolado de las ciudades que se espera en los próximos años, está obligando a tomar medidas drásticas, en términos de movilidad, la vivienda, los servicios, la energía, etc. El profesor y de economía aplicada de la UAB, Iván Muñíz, centró su conferencia en esta cuestión y destacó que hasta el 40% de las emisiones de CO2 son generadas por las urbes como “unidades de producción”. Un valor, según Muñíz, relativamente bajo ya que muchas de ellas se han decidido por externalizar algunas de sus actividades contaminantes. De hecho, Muñís apuesta por un modelo de ciudad compacta ya que, a mayor densidad, menor emisiones. Por ejemplo, estaríamos hablando de construir bloques de edificios mucho más altos, con mayor capacidad, o el impulso del transporte público en detrimento del uso del coche, dedicado a recorrer distancias más largas.
De hecho, Muñíz destacó que considera que el modelo alternativo de ciudad por la que se decantan muchos expertos, la ciudad “autosuficiente” y descentralizada, es demasiado «utópico». Citó un estudio realizado en Cataluña que apuntaba a que “cada persona, de promedio, necesitaría 4 campos de fútbol y medio cada año para absorber sus emisiones de CO2”. Una necesidad imposible de cubrir, viendo las dimensiones actuales el suelo no urbanizado de la zona. “Estamos frente a un problema complejo de difícil solución. Un modelo de ciudad compacta me parece excesivo y una ciudad autosuficiente me parece utópica. Es necesario ver, en cada sector y tejido, qué está pasando y de dónde se puede eliminar CO2. Cualquier sector, si se trabaja de la manera adecuada, puede eliminar CO2”. Por ello, destaca la necesidad de impulsar políticas activas en ciudades para rebajar su impacto contaminante.
Construir una vivienda de 100m2 emite 70.000 kilos de CO2
En una línea similar se desarrolló la presentación de Fabián López, de la asesoría de sostenibilidad para la edificación Societat Orgànica. López destacó la necesidad de cuantificar el coste medioambiental que tiene proveernos de todos los materiales necesarios para la construcción de los edificios. Por poner alguna cifra, para construir una vivienda de 100m2 se emiten 70.000 kilos de CO2 (1.166 kilos de repercusión anual), de los cuales 3.000 están asociadas al uso de dicha vivienda. Por ello, reflexionó acerca de que no sirve de nada tener un edificio cercano a las 0 emisiones, si quienes lo habitan no actúan con el mismo sentido de sostenibilidad en su día a día. En relación al sector de la edificación destacó que “hace falta una estrategia de urbanismo y del sector de la edificación con todos sus efectos”, que incluya los recursos que requiere el sector y que éstos puedan reutilizarse, otra vez, en forma de recursos.