SAN JUAN, Puerto Rico.- La peor sequía en cinco años a lo largo y ancho del Caribe ha llevado a las autoridades de la región a tomar medidas para afrontar un verano seco.
Desde Puerto Rico a Cuba, pasando por la isla oriental de Santa Lucía, los cultivos se han marchitado, los embalses se están secando y el ganado se está muriendo mientras que los meteorólogos vaticinan que la situación podría empeorar en los meses venideros.
Gracias a El Niño, un fenómeno que provoca el calentamiento de las aguas tropicales del Océano Pacífico y que afecta el clima global, los meteorólogos esperan que la temporada de huracanes que inició en junio sea más tranquila de lo normal, lo que provocará menos lluvias en el Caribe.
Eso significa que habrá menos agua lluvia para llenar a embalses como Carraizo y La Plata en Puerto Rico, o el río La Plata, en el municipio de Naranjito. Y una tormenta tropical, que incluso tocó tierra estadounidense el lunes, no llenó algunas de esas represas como algunos funcionarios lo esperaban.
De acuerdo con The Associated Press, Puerto Rico es una de las islas caribeñas más afectadas por la escasez de agua, cuya sequía ha afectado a más de 1.5 millones de personas a la fecha, de acuerdo con Centro Nacional de Mitigación de Sequías de Estados Unidos.
Decenas de miles de puertorriqueños tienen servicio de agua cada tres días, bajo un estricto racionamiento recientemente impuesto por el gobierno de la isla.
Un hombre de pie en la orilla del embalse de Carraizo, mucho más seco de lo habitual, en Trujillo Alto, Puerto Rico.
La semana pasada, la Guardia Nacional empezó a distribuir agua y el gobierno de la isla aprobó una resolución que impone multas a personas y empresas que usen el líquido vital indebidamente.
La última sequía que afectó el Caribe ocurrió en 2010. La actual podría empeorar si la temporada de huracanes, que termina en noviembre, produce escasez de lluvias y la región entra a la estación seca con los depósitos de agua por los suelos, dijo Cedric Van Meerbeeck, climatólogo del Instituto Caribeño de Meteorología e Hidrología.
«Puede que tengamos una grave escasez de agua… para el riego de cultivos, para apagar incendios, para el consumo interno y del sector hotelero», dijo.
El Caribe no es la única zona de la región que enfrenta una escasez de agua extrema. Brasil ha estado luchando contra una fuerte sequía que secó las reservas de agua que surten a Sao Paulo.
En el Caribe, los agricultores han perdido más de un millón de dólares en cultivos resecos, así como decenas de miles de dólares en ganadería, de acuerdo con Norman Gibson, científico del Instituto de Investigación y Desarrollo Agrícola del Caribe, con sede en Trinidad.
La isla de Santa Lucía, que ha sido golpeada con especial dureza, los agricultores dicen que las plantaciones de cocos, de nueces de la India y de naranjas se están marchitando.
Grietas provocadas por la sequía en el embalse de Carraizo, en Trujillo Alto, Puerto Rico.
«El panorama es muy, muy malo», dijo Anthony Herman, que gerencia una cooperativa de agricultores locales. «Los árboles se están muriendo, las plantas se están muriendo… Se está despojando la vida misma de los ríos».
Funcionarios en Cuba dicen que el 75 por ciento de la isla se encuentra en sequía, lo que ha causado mortandad del ganado y ha destruido miles de hectáreas de cultivos de plátano, cítricos, arroz y frijoles.
Solo ha caído un 68 por ciento de la precipitación promedio de enero a mayo y los 200 embalses de agua, administrados por el gobierno, están operando a menos del 40 por ciento de capacidad.
En la cercana República Dominicana se ha reportado casos escasez de agua en cientos de comunidades, dijo Martin Meléndez, ingeniero experto en hidrología civil que ha trabajado como consultor del gobierno. «Estuvimos a 30 días de que todo el sistema de agua colapsara», dijo.
El sector turístico también se ha visto afectado.
Una garza blanca vuela sobre nidos de peces, apreciables a simple vista.
La mayoría de los grandes hoteles de Puerto Rico tienen grandes tanques de agua y el agua residual la reciclan para regar sus jardines, pero muchos han restringido su uso, dijo Frank Comito, Director General del Caribbean Hotel & Tourism Association con sede en Florida.
Otros hoteles han racionado el tiempo de aspersión de los rociadores hasta en un 50 por ciento, dijo Carlos Martínez, de la Asociación de Hoteles de Puerto Rico. «Aquí todo el mundo está preocupado», dijo. «Están vendiendo tanques de agua como pan caliente… y rogando a Dios para que llueva».
Al recibir sus llaves, los huéspedes del hotel El Canario by The Lagoon reciben una nota en la que les piden que las duchas que tomen sean cortas por la sequía. «Necesitamos su cooperación para evitar el desperdicio», dice el mensaje distribuido en la recepción del hotel en el popular distrito de Condado.
En la casa de huéspedes Casa del Vega, en la isla de Santa Lucía, los turistas a veces encuentran que el suministro de agua ha sido cortado en sus habitaciones durante el día, lo que les impide tomar una ducha. «A pesar de que tenemos sequía», dijo el gerente del hotel Merlyn Compton «los huéspedes no simpatizan con eso».
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