Saltear al contenido principal

Bambú adapta viviendas al cambio climático

Bambú Adapta Viviendas Al Cambio Climático

En las provincias de Manabí, Guayas, Los Ríos, El Oro y Santa Elena, la Unión Europea (UE) desarrolla un proyecto de viviendas fabricadas principalmente con bambú, una planta originaria de la India, que supera los 20 metros de altura.

Esto, con el fin de adaptarlas al cambio climático. El proyecto Adaptándonos al cambio climático con el uso de bambú en la Costa de Ecuador y norte de Perú, asimismo, beneficia a las comunidades rurales de Tumbes, Piura, Lambayeque, Cajamarca y Amazonas, en Perú.

Conocido como Guayaquil, el bambú evita la deforestación al reemplazar la madera para las viviendas, regula los caudales del agua, es fuente de forraje y ayuda a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, reseña el portal para periodistas y líderes de opinión de América Latina conexioncop.com.

A la fecha, según datos de esa web, esta iniciativa ha beneficiado a más de 5 mil personas, quienes han aprendido a usar este recurso forestal nativo de ambas regiones para edificar sus casas. “El Guayaquil nos ha dado la oportunidad de mejorar nuestra economía. Es nativo, resistente, no tiene plagas, no necesita químicos y crece rápido”, señala Gary García Roán, socio de la Asociación de Productores Agropecuarios de Yamango, en Piura.

Por su gran resistencia y su ritmo rápido de establecimiento y crecimiento, posibilita una cosecha frecuente que limita la exposición a riesgos, como incendios y temperaturas extremas. Asimismo, brinda a los agricultores flexibilidad para adaptar sus prácticas a las nuevas condiciones de cultivo que surgen a raíz del cambio climático y tiene un gran potencial para ayudar a rehabilitar tierras degradadas.

A nivel mundial, los usos del bambú están relacionados desde con la alimentación (brotes de bambú) hasta con productos cosméticos y de limpieza. En Ecuador y Perú, aunque por décadas se lo ha usado para proteger las riberas de los ríos y cuidar las pendientes de la erosión y los deslizamientos de tierra, ha sido mayormente empleado para construir casas.

Álvaro Cabrera, coordinador de la Red Internacional de Bambú y Ratán para América Latina y el Caribe, explica que las poblaciones que incluyen al bambú en sus estrategias para adaptarse al cambio climático se benefician de su habilidad para recuperarse rápidamente de fenómenos climáticos extremos como El Niño, ya que por su versatilidad permite la construcción rápida de soluciones habitacionales para las familias afectadas.

Añade que el bambú brinda medios de subsistencia a comunidades vulnerables al cambio climático, que multiplican sus opciones incorporando a su sistema productivo una especie agrícola que tiene aplicaciones maderables y que, gracias a las innovaciones derivadas de la investigación, son cada vez más las aplicaciones en la industria de la arquitectura, el diseño, la construcción.

Finalmente, otra de las posibilidades de este recurso es su uso para combustibles alternativos. La biomasa de bambú como fuente de energía puede prevenir la deforestación y reducir el uso de combustibles fósiles en miles de hogares. Su rápido crecimiento y su característica renovable permiten generar rápidamente una densa vegetación a gran escala. (I)

www.larevista.ec

Volver arriba